"El arte de realizar tus deseos: El sentimiento es el secreto" de Neville Goddard se trata de una guía espiritual que te invita a explorar el poder de tus emociones y pensamientos para manifestar tus deseos. El autor propone que el sentimiento es la clave para desbloquear y dirigir el poder creativo inherente en cada individuo.
Goddard argumenta que tus emociones y pensamientos son la fuerza motriz detrás de tu realidad, y que al controlarlos, puedes influir en tu mundo y atraer lo que deseas. En este libro, Goddard te enseña cómo utilizar tu imaginación de manera efectiva para visualizar y sentir tus deseos como si ya fueran una realidad.
Te anima a vivir en el estado de conciencia de que ya has logrado tus metas, y a mantener ese sentimiento hasta que se manifieste en tu realidad física. A través de sus enseñanzas, Goddard te proporciona las herramientas para transformar tu vida y alcanzar tus sueños, enfatizando que el verdadero poder reside en el dominio de tus propios pensamientos y emociones.
Buscadores espirituales: Aquellos que están en un viaje de autodescubrimiento y buscan respuestas más allá del mundo físico. Este libro proporciona una perspectiva única sobre cómo nuestros sentimientos pueden influir en la manifestación de nuestros deseos.
Profesionales de la psicología y el coaching: Este libro puede ser una herramienta útil para aquellos que trabajan en el campo del desarrollo personal y la psicología. Ofrece una visión profunda de cómo nuestros pensamientos y emociones pueden afectar nuestra realidad.
Practicantes de la ley de atracción: Para aquellos que ya están familiarizados con conceptos como la ley de atracción, este libro proporciona una visión más profunda y detallada de cómo nuestros sentimientos pueden jugar un papel crucial en la manifestación de nuestros deseos.
En mi travesía por la espiritualidad, he descubierto que nuestros sentimientos tienen un poderoso impacto en la manifestación de nuestros deseos. Este concepto, a la vez sencillo y profundo, nos recuerda que somos seres energéticos y que nuestras emociones son una poderosa fuerza que puede atraer o repeler lo que deseamos en la vida.
Un ejemplo práctico de cómo aplicar este conocimiento es a través de la visualización. Si anhelo un nuevo trabajo, más que solo pensar en el título del puesto o en el salario, me sumerjo en cómo me sentiría en ese nuevo rol.
Imagino el orgullo y satisfacción al finalizar un proyecto desafiante, o la gratitud al recibir el reconocimiento de mis colegas. Estos sentimientos, al ser cultivados y mantenidos, se convierten en un potente imán que atrae la realidad deseada.
En la segunda parte de mi experiencia, me he dado cuenta que la consistencia es clave. Mantener este estado emocional elevado no siempre es fácil, especialmente en tiempos de incertidumbre o desafío. Pero es precisamente en estos momentos cuando necesitamos aferrarnos a nuestros sentimientos positivos. Al hacerlo, no solo atraemos lo que deseamos, sino que también nos convertimos en un faro de positividad para los demás.
A través de esta práctica, he aprendido que nuestros sentimientos son el puente que conecta nuestros sueños con nuestra realidad. Entender esta conexión nos empodera para crear la vida que deseamos y merecemos.
A lo largo de mi viaje espiritual, he descubierto la importancia de cultivar la conciencia de la abundancia. Se trata de una mentalidad poderosa que nos permite percibir las oportunidades de crecimiento y prosperidad en nuestra vida cotidiana. Es indispensable entender que la abundancia no se limita a lo material, sino que también engloba la salud, el amor, la paz, la alegría y cualquier otro aspecto que consideremos valioso.
En mi experiencia, el primer paso para cultivar esta conciencia es eliminar los patrones de pensamiento de escasez. Es común que nos enfoquemos en lo que nos falta, sin embargo, esta actitud solo atrae más carencia a nuestras vidas. El truco radica en cambiar nuestra perspectiva y agradecer por lo que ya tenemos.
Por ejemplo, hace un tiempo, me encontraba atravesando una etapa económica difícil. En lugar de preocuparme, decidí agradecer por el techo sobre mi cabeza y la comida en mi mesa. Cada día, me recordaba a mí mismo todas las bendiciones en mi vida, y pronto, empecé a notar una mejora en mi situación financiera.
La abundancia es un estado de la mente, y con la práctica, todos podemos aprender a atraerla a nuestras vidas. La gratitud y la apreciación son herramientas poderosas que nos ayudan a cambiar nuestra perspectiva y atraer más abundancia a nuestras vidas.
En el mundo de la espiritualidad y el autodesarrollo, el dominio del arte de la visualización creativa se destaca como una habilidad esencial. Según esta enseñanza, el acto de visualizar nuestros deseos puede ser una herramienta poderosa para dar forma a nuestra realidad.
El secreto radica en el sentimiento. Al visualizar, uno debe sentir como si el deseo ya se hubiera cumplido. Este enfoque no solo implica ver lo que se desea en la mente, sino también sentirlo en el corazón y en el cuerpo.
Por ejemplo, si deseo obtener una promoción en mi trabajo, no solo me imagino a mí mismo en el nuevo puesto, sino que también siento la emoción de haberlo logrado. Experimento la felicidad, la sensación de orgullo y el entusiasmo por los nuevos desafíos que vienen con el papel. Imagino los cumplidos de mis colegas, el nuevo escritorio, las responsabilidades adicionales e incluso los desafíos que podría enfrentar.
Esta visualización creativa nos permite vivir la experiencia antes de que se manifieste en la realidad física. Al hacerlo, estamos enviando al universo una señal clara de lo que queremos. Nuestro trabajo es creer en la realidad de nuestra visión, ya que nuestra fe en la realidad de lo que visualizamos es lo que finalmente lo atraerá a nuestras vidas.
La esencia central de la enseñanza de Goddard es la comprensión de que nuestros pensamientos y sentimientos son las fuerzas motrices detrás de nuestra realidad. En particular, el concepto de practicar la fe y la paciencia en el proceso de manifestación es un tema recurrente. La fe no es ciega, sino una convicción interna de que lo que visualizamos en nuestra mente se manifestará en nuestra realidad física.
Un ejemplo personal puede ilustrar esto. Hace un tiempo, anhelaba un cambio de carrera, pero las circunstancias externas parecían imposibles. Sin embargo, en lugar de caer en la desesperanza, elegí cultivar la fe y la paciencia. Visualicé con detalles vívidos la carrera que deseaba, sintiendo la emoción y la satisfacción que vendría con ella. Mantuve esta imagen y estos sentimientos en mi mente y mi corazón, sin permitir que la duda o la impaciencia me desviaran.
Con el tiempo, los cambios comenzaron a suceder. Oportunidades surgieron, personas y recursos llegaron a mi vida, alineándose con mi visión. Esta experiencia no solo reafirmó mi creencia en el poder de la fe y la paciencia sino que también profundizó mi comprensión de que la manifestación no es un evento instantáneo, sino un proceso.
Recuerda, la fe y la paciencia no significan la inacción, sino un compromiso activo con nuestras visiones y una postura de receptividad al flujo de la vida. Al adoptar esta postura, nos abrimos a la posibilidad de que nuestros deseos se manifiesten en formas y tiempos que quizás no habíamos anticipado. En última instancia, la enseñanza de Goddard nos invita a no solo soñar, sino a sentir y vivir nuestros sueños incluso antes de que se hagan realidad.
Neville Goddard nos presenta la ley de la asunción como una poderosa herramienta para alcanzar nuestras metas. Esta ley nos insta a asumir la sensación o el sentimiento de que nuestro deseo ya se ha realizado. La clave está en sentir, vivir y actuar como si ya hubiéramos conseguido lo que deseamos.
Apliqué este concepto en mi vida personal con resultados asombrosos. Siempre soñé con ser un exitoso empresario, pero me costaba mucho visualizarme en ese rol. Empecé a practicar la ley de la asunción, imaginándome en situaciones donde ya había logrado mi objetivo. Sentí la emoción, la felicidad y la satisfacción de ser un empresario exitoso.
En la medida que practicaba esta ley, noté un cambio en mi actitud y comportamiento. Comencé a tomar decisiones y a actuar como un empresario exitoso lo haría. El universo respondió a mi nueva realidad asumida, oportunidades de negocio comenzaron a presentarse y mi sueño de ser un empresario exitoso se hizo realidad.
La ley de la asunción, tal como la presenta Goddard, es un poderoso recordatorio de que somos los creadores de nuestra realidad y que podemos modelarla a través de nuestras emociones y sentimientos.