Homo Deus: Breve historia del mañana, del autor Yuval Noah Harari, es una exploración de la historia humana y una visión de lo que podría ser el futuro. El libro explora cómo la tecnología y la ciencia han cambiado la forma en que vivimos y cómo estos avances pueden afectar nuestro futuro.
Harari analiza cómo la tecnología puede afectar la vida humana, desde la salud y la longevidad hasta la inteligencia artificial y la bioingeniería. El libro también aborda temas como el papel de la religión, el significado de la vida y el futuro de la humanidad.
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Homo Deus explora la idea de que los organismos son algoritmos. Esto significa que los organismos son sistemas de computación biológicos que procesan información para producir resultados.
Esto se logra a través de la interacción entre los genes, los organismos y el medio ambiente. Los genes contienen la información necesaria para construir y mantener los organismos, mientras que el medio ambiente proporciona los recursos y los desafíos para que los organismos puedan sobrevivir.
Los organismos utilizan esta información para tomar decisiones y adaptarse a su entorno. Esto se logra a través de la selección natural, la cual selecciona aquellos organismos con características que les permiten sobrevivir y procrear.
Con base en este principio, los ordenadores podrán tomar decisiones mejor informadas que las de los humanos debido a la cantidad de datos y predicciones precisas que serán capaces de hacer.
La realidad de triple capa nos permite comprender cómo los humanos evolucionamos más rápido que cualquier otra especie. Esto se debe a que hemos desarrollado la intersubjetividad, que nos permite compartir nuestras experiencias subjetivas y objetivas con los demás.
En otras palabras, podemos compartir nuestras creencias, opiniones, sentimientos y experiencias con otros, lo que nos permite aprender unos de otros y crecer como una especie. Esta habilidad nos ha permitido desarrollar una cultura y una sociedad más compleja que la de cualquier otra especie, lo que nos ha ayudado a avanzar más rápido.
Además, la intersubjetividad nos permite comprender mejor el mundo que nos rodea. Esta habilidad también nos ha permitido desarrollar tecnologías avanzadas, crear nuevas formas de organización social y desarrollar nuevas formas de pensamiento.
Sin embargo, las nuevas tecnologías ya demuestran que su capacidad de procesamiento y sus efectos en la red son mucho más potentes que cualquier otra red humana. ¿Continuaremos moldeando la historia humana? ¿O serán nuestros familiares algoritmos de inteligencia artificial los encargados de conducir la próxima revolución?
Para Harari, el humanismo se basaba en la idea de que el ser humano era esencialmente bueno y superior al resto del mundo animal.
Sin embargo, con las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la biotecnología y otros avances científicos, esta visión de los humanos como seres superior ha comenzado a cambiar.
Estos avances han llevado a preguntarse si los humanos todavía son una especie singular o si somos más similares a nuestras creaciones tecnológicas.
Por lo tanto, el concepto de "El Humanismo ha Muerto" supone que los valores humanistas ya no tienen sentido en un mundo donde los ordenadores están mejor equipados para tomar decisiones sobre problemas relacionados con la moralidad y ética moderna.
Esto también significa que la humanidad se está volviendo cada vez más dependiente de la tecnología para resolver sus problemas. Lo cual ha provocado un cambio en la forma en que la humanidad ve y se relaciona con el mundo.
En el libro también se argumenta que la tecnología hará a los humanos económicamente inútiles.
Esta idea se basa en el hecho de que las nuevas tecnologías están reemplazando gradualmente los trabajos tradicionales y permiten a los algoritmos, robots y otros sistemas informáticos realizar el trabajo más rápido, con mayor precisión y a menores costes.
Por lo tanto, muchas profesiones tradicionalmente realizadas por los humanos simplemente ya no existen o están siendo reemplazadas por algoritmos con habilidades específicas para cada área.
A medida que la automatización avanza de forma exponencial, el concepto de "tecnología hará a los humanos económicamente inútiles" supone que eventualmente la mayoría de las personas serán incapaces de competir en economías globales altamente competitivas.
Sin embargo, esto no significa que los humanos sean completamente inútiles. Los humanos todavía pueden aportar valor a la economía, ya sea a través de la innovación, la creatividad o la inteligencia emocional, jugando un papel importante en la economía, aunque no sean tan productivos como los robots y las computadoras.
Además, los humanos tienen la capacidad de realizar tareas que los robots y las computadoras no pueden hacer. Esto incluye tareas creativas, como la escritura, la pintura y la música, razón por lo cual puede que los humanos todavía conserven un lugar en el mercado laboral.
El autor también nos invita a a pensar que a los gobiernos les resultará casi imposible seguir el ritmo de los avances tecnológicos. Esto sucede porque las tendencias en la tecnología están cambiando tan rápido que es difícil para muchos gobiernos entender y responder adecuadamente a los nuevos desafíos planteados.
Lo anterior puede ser un gran problema ya que muchas tecnologías modernas, como la inteligencia artificial, cuentan con implicaciones matizadas con respecto al derecho, la moralidad y la ética moderna.
Este concepto también hace referencia a esta dificultad para las instituciones gubernamentales de regular los avances científicos y mantenerse al día con su desarrollo para garantizar un uso responsable.
Es por esto que los gobiernos deben estar al tanto de las nuevas tecnologías y cómo estas pueden afectar a la sociedad. Esto significa que deben estar preparados para abordar los desafíos que plantean los avances tecnológicos, como la seguridad cibernética, la privacidad y la protección de los datos. Así pues, deben aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la vida de las personas.
